The Coastal Plain al southwestern Gulf of Mexico, since Quaternary to Recent, resulted from the supply of terrigenous sediments, due lo denudation of the outcropping rocks of the Sierra Madre del Sur and also becausetheefficiency of the transport, dispersion and deposition of the coastal process by means of littoralcurrents, waves, tides, eolian, and washovers. Moreover, the continental and marine conditions were favorable during the late Holocene (5600 years) to depositextensiveprogradingterrigenous sediments toward the Gulf of Mexico, developed by berms and beach-ridge deposits with arate of northernprocreation about 6 to 10 meters/year. The coastal plain suffered a tectonic reactivation and as consequence the holocenicsedimentary deposits moved 7.5 km northwestern along a fault transcurrent system with a rate of 4 m/year; then, the fluvial, deltaic fronts were exposed to the action of the erosional coastal processes. Contemporaneously to thistectonicdisplacements, eastern block moved along the Xicalango-Fault lo the southeast and the stratigraphicsequence al Punta Xicalango al the eastern portion of the studiedarea,resulted from the sediments derived from the denudationof the fluvial-deltaic front al western side of the studiedarea. The complex-deltaic front, is undergoingerosion today at rate of 3 to 4meters/year, same speed as such of that of the tectonic displacements occurredduringHolocene; also erosion occurs dueto the scarcity of sand and becamethepresence of anticyclonic ring marinecurrent transporting the sedimentsnorthwestern and also, because the collision of a loop current anticyclonic ring against the continental shelf-slope, which also transport the sediments along the coastal zone of the western Gulf of Mexico; moreover, maybe erosion occurs because global climate changes. Therefore, under the actual sedimentary and marine hydrodynamics, possibility is low that Grijalva-Usumacinta fluvial-deltaic complex system progrades northern.
La Planicie Costera del suroeste del Golfo de México, desde el Cuaternario al Reciente. es consecuencia del aporte de sedimentos terrígenos provenientes de la denudación de las rocas de la Sierra Madre del Sur; de la efectividad del transporte, dispersión y depósito de los procesos costeros por corrientes litorales, oleaje, marcas y cólicos, y de las corrientes generadas durante las épocas de tormentas. Aunado a estos mecanismos, las condiciones continentales y marinas durante el Holocéno tardío (5600 años), fueron propicias para que en el área se depositaran grandes extensiones progradantes de bermas y de cordones litorales hacia el Golfo de México, cuya progradación hacia el norte fue del orden de 6 a 10 metros/año. La planicie costera se reactivó tectónicamente y los depósitos sedimentarios holocénicos se deplazaron 7.5 km hacia el noroeste, a razón de 4 metros por año, a lo largo de un sistema de fallas transcurrentes, exponiendo los frentes del complejo fluvial deltaico a la acción de los procesos erosivos costeros; simultáneamente, la porción oriental del área de estudio, se deplazó en sentido opuesto, hacia el sureste, a lo largo de la traza de la Falla Xicalango, depositándose en la actual Punta Xicalango, los sedimentos transportados del occidente, provenientes de la denudación de los frentes deltaicos. Actualmente, el frente del complejo deltaico se sigue erosionando, a razón de 3 a 4 metros/año, a la misma velocidad del desplazamiento tectónico durante el Holoceno; su erosión también se debe al poco aporte de sedimentos terrígenos arenosos, así como a la influencia de la corriente oceánica anticiclónica que acarrea hacia el noroeste a los sedimentos fluvial-deltaicos, y a la corriente oceánica de frontera que incide en el talud y en la plataforma continental del occidente del Golfo de México; más aún, es probable que la erosión también se deba a cambios climáticos globales. Por lo tanto, con las condiciones actuales de sedimentación e hidrodinámica marina, es baja la posibilidad que el complejo fluvial-deltaico Grijalva-Usumacinta, prograde hacia el norte.
